A principios de temporada se imponía el éxito de las estrellas pero la moda nos ha jugado un nuevo revés y las estrellas ya olvidadas dejan paso a los lunares que siempre han estado ahí, declinados en todas las combinaciones posibles.
Me gusta ver como un lunar dependiendo de su tamaño y combinación de colores aporta variedad de estilos.
He apostado por la combinación ganadora en blanco sobre fondo negro, pero la mezcla de tamaño de los lunares aporta frescura a este vestido. Añadiendo que lleva tul para difuminar el estampado, es una apuesta segura!